¿Qué significa”conducta”?
Llamamos conducta al comportamiento que exhibe un individuo
en un contexto dado. A través de los gestos, las actitudes corporales, las
acciones concretas y el lenguaje los seres humanos exteriorizamos ideas,
pensamientos, conceptos, y todo ello, sumado al bagaje sociocultural que
llevamos, define nuestra conducta observable.
La ciencia que estudia la conducta individual es la
psicología, en tanto que la conducta social es abordada desde diversas
disciplinas.
Formas de conductas
Históricamente, dentro de las conductas se han distinguido
las siguientes variantes:
Conductas instintivas. Aquellas vinculadas con nuestros
instintos; dependen principalmente del patrimonio genético. La conducta sexual,
por ejemplo, pertenece a esta categoría. Asociada a esta categoría a menudo se
habla de conducta refleja, esto es, aquella provocada automáticamente por
estímulos del ambiente, no sujeta al control voluntario.
Conductas aprendidas o adquiridas. Participan en la
supervivencia y en la adaptabilidad social. El lenguaje, el aprendizaje y la
memoria son de vital importancia en estas conductas. También se categorizan las conductas en:
Naturales. Cuando el individuo actúa simplemente para
contribuir al estado de equilibro con sus necesidades inherentes a su condición
humana (comer, dormir) o bien si lo hace por reflejo, sin haber decidido
racionalmente.
Fomentadas. Cuando el individuo, por el contrario, actúa de
manera incitada por algún móvil externo. Estos móviles pueden generarse tanto
en el seno de las estructuras sociales que lo rodean como en las normas
culturales o en las funciones que puedan asumir las personas dentro de sus
grupos.
Es de suma importancia mencionar que un estudiante con bajo rendimiento escolar es un estudiante “de riesgo”, esto significa que aumenta en él la probabilidad de presentar alteraciones conductuales y alteraciones emocionales como disminución en la sensación de auto eficacia, agresividad producto de la frustración, disminución de la autoestima e incluso caer en conductas como la drogadicción, el alcoholismo y finalmente la deserción.
Paralelamente existen algunos factores de riesgo que, eventualmente, potencian el problema y son proporcionados por el colegio. Por ejemplo: falta de recursos, falta de preparación por parte de los profesores en materias de manejo emocional de los niños, bajísimas compensaciones, cursos en extremo numerosos, etc.
Cuando un niño repite, no sólo es un fracaso del niño, sino de los padres y de todo el sistema educacional, por lo tanto, estos tres sistemas están fallando y las intervenciones deben abordarlas a todos.
En cuanto al sistema educativo, existen además variables que son muy importantes en los docentes, independiente de su preparación académica. Algunos estudios han determinado que aquellos profesores cuyo trato es amable y amoroso, que enseñan con ternura y sentido del humor tienen mejores respuestas por parte de sus alumnos quienes presentan mejores notas.
Problemas de conducta
En general los niños que
presentan dificultades en el rendimiento o en su conducta, poseen leves
alteraciones o retrasos en alguna o algunas áreas del desarrollo, ya sea
cognitiva, biológica o emocional; sin embargo, no cumplen con los criterios para
ser clasificados dentro de alguna categoría diagnóstica como retardo, déficit
atencional, trastorno del aprendizaje u otra. Es decir no hay una
“enfermedad” asociada que explique sus dificultades escolares, y de esos niños
son los que nos referiremos en este artículo, vale decir niños aparentemente
sanos del punto de vista médico pero que presentan mal rendimiento escolar.
Es de suma importancia mencionar que un estudiante con bajo rendimiento escolar es un estudiante “de riesgo”, esto significa que aumenta en él la probabilidad de presentar alteraciones conductuales y alteraciones emocionales como disminución en la sensación de auto eficacia, agresividad producto de la frustración, disminución de la autoestima e incluso caer en conductas como la drogadicción, el alcoholismo y finalmente la deserción.
Paralelamente existen algunos factores de riesgo que, eventualmente, potencian el problema y son proporcionados por el colegio. Por ejemplo: falta de recursos, falta de preparación por parte de los profesores en materias de manejo emocional de los niños, bajísimas compensaciones, cursos en extremo numerosos, etc.
Cuando un niño repite, no sólo es un fracaso del niño, sino de los padres y de todo el sistema educacional, por lo tanto, estos tres sistemas están fallando y las intervenciones deben abordarlas a todos.
En cuanto al sistema educativo, existen además variables que son muy importantes en los docentes, independiente de su preparación académica. Algunos estudios han determinado que aquellos profesores cuyo trato es amable y amoroso, que enseñan con ternura y sentido del humor tienen mejores respuestas por parte de sus alumnos quienes presentan mejores notas.
Son muchos los niños que presentando
problemas de rendimiento escolar y de conducta, lamentablemente no son
tratados. Esto no sólo genera problemas en el niño sino también en los
profesores que muchas veces no saben cómo enfrentarlo. Se sienten sobrepasados.
Al reconocer que ya no pueden manejar a un alumno, sienten como un propio
fracaso en su calidad de docente u optan por culpar a la familia, entrando en
un círculo vicioso que se orienta en buscar responsables, pero no en buscar la
solución a ese problema específico.
FACTORES ESTRESANTES QUE
INTERFIEREN EN EL ADOLESCENTE
La adolescencia es el
periodo de crecimiento entre la niñez y la edad adulta. Este periodo del
desarrollo, que va más o menos de los 13 a los 18 años, se presenta
habitualmente como crítico, debido a las profundas modificaciones de orden
fisiológico y psicológico que la caracterizan. Las modificaciones de orden
fisiológico abarcan la aparición de los caracteres sexuales secundarios, el
desarrollo de los órganos genitales, la menarca en las mujeres y las erecciones
con eyaculación en los hombres. Este conjunto de cambios corporales desorientan
al adolescente, que puede llegar a sentirse aterrado e indefenso, por lo tanto
tendrá que irse adaptando para poder asumirlos
ema educacional, por lo tanto, estos tres sistemas están fallando
y las intervenciones deben abordarlas a todos.
En cuanto al sistema educativo, existen además variables que son muy importantes en los docentes, independiente de su preparación académica. Algunos estudios han determinado que aquellos profesores cuyo trato es amable y amoroso, que enseñan con ternura y sentido del humor tienen mejores respuestas por parte de sus alumnos quienes presentan mejores notas.
En cuanto al sistema educativo, existen además variables que son muy importantes en los docentes, independiente de su preparación académica. Algunos estudios han determinado que aquellos profesores cuyo trato es amable y amoroso, que enseñan con ternura y sentido del humor tienen mejores respuestas por parte de sus alumnos quienes presentan mejores notas.
Son muchos los niños que presentando
problemas de rendimiento escolar y de conducta, lamentablemente no son
tratados. Esto no sólo genera problemas en el niño sino también en los
profesores que muchas veces no saben cómo enfrentarlo. Se sienten sobrepasados.
Al reconocer que ya no pueden manejar a un alumno, sienten como un propio
fracaso en su calidad de docente u optan por culpar a la familia, entrando en
un círculo vicioso que se orienta en buscar responsables, pero no en buscar la
solución a ese problema específico.
Problemas de conducta
El área de problemas de conducta
se refiere a situaciones de problemas con la autoridad y violación de normas
(en la escuela y legales), así como sus consecuencias (Lucio y Durán, 2002).
Los grupos de iguales influyen
mucho en la conducta del adolescente. Sabemos que en grupo los individuos
pueden ser más violentos. Los adolescentes que están rodeados por valores
morales desviados pueden llegar a ser delincuentes debido a su entorno. Lerman
(1968, en Rice, 2000) realizó un estudio, y determinó seis valores
individuales, valores de iguales y delincuencia subcultural entre hombres
delincuentes:
· Capacidad
para mantener la boca cerrada ante la policía.
· Capacidad
para ser duro y malvado.
· Habilidad
para anticipar los golpes.
· Habilidad
para hacer dinero rápido.
· Habilidad
para tomar ventaja sobre otros.
· Capacidad
para tener conexiones con el contrabando.
Estos valores eran elementos básicos
de la subcultura delincuente en la que los adolescentes crecieron. Los jóvenes
que puntuaban más alto en estos valores tenían más tendencia a realizar
conductas ilegales. La atracción hacia estos valores desviados comenzaba
pronto, aumentaba especialmente entre los 12 y los 13 años, y persistía en
contra de la acción de la escuela y el trabajo. Pero en el ámbito individual,
sin el apoyo de iguales, los individuos raramente mantenían sus valores
desviados.
El adolescente realiza conductas
de alto riesgo por varios motivos. Puede meterse en problemas por no darse
cuenta de los riesgos que corre, también porque tal vez disponga de muy poca
información, las advertencias que recibe de sus padres no siempre son eficaces
o por otro lado el adolescente opte por ignorarlas (Craig, 2001) ya que tal vez
está influido por el grupo de iguales.
Los investigadores comentan que
el adolescente que corre riesgos subestiman la probabilidad de resultados
negativos, es decir, se cree invulnerable: ya que se concentra principalmente
en los beneficios de sus acciones, quizás un estatus más elevado entre sus
compañeros.
Una investigación dedicada a la
aceptación de riesgos entre los adolescentes menciona los siguientes factores
(Jessor, 1992 en Craig, 2001):
Conductas
y estilos de riesgos
|
||
Problemas
de conducta
|
Conductas
relacionadas con la salud
|
Conducta
escolar
|
Consumo de sustancias
ilícitas y
delincuencia.
|
Alimentación poco sana,
tabaquismo y vida sedentaria.
|
Haraganería, deserción
escolar, uso de drogas en la escuela.
|
Muy buena información...
ResponderEliminarNos servirá de mucho.
Si tenemos que aplicar la conducta
ResponderEliminardesde el mas chico de la casa hasta el mayar
Esta información nos muestra mucho sobre la conducta de las personas tanto en la escuela como en el hogar.
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